El Tulipán Negro (La Tulipe Noire, 1964) es una película de aventuras franco-italiana dirigida por Christian-Jaque y protagonizada por Alain Delon en un doble papel. Ambientada en la Francia previa a la Revolución, la historia gira en torno a Guillaume de Saint-Preux, un noble libertino que lleva una doble vida como “El Tulipán Negro”, un misterioso justiciero enmascarado que roba a los ricos aristócratas y ayuda a los oprimidos. Cuando resulta herido y no puede continuar su lucha, convence a su hermano gemelo Julien —más idealista e ingenuo— para que asuma su identidad y continúe su misión. La película combina acción, romance, humor y capas de crítica social en un relato de capa y espada clásico, al estilo de El Zorro.
Dirigida por Christian-Jaque y protagonizada por un joven y carismático Alain Delon, El Tulipán Negro es una película de aventuras de capa y espada ambientada en la Francia del siglo XVIII, justo antes del estallido de la Revolución. Para representar con autenticidad los escenarios del Antiguo Régimen francés, el equipo de producción optó por trasladarse a Cáceres, ciudad española cuyo casco histórico conserva una de las arquitecturas medievales y renacentistas mejor preservadas de Europa.
El rodaje en Cáceres se desarrolló entre la primavera y el verano de 1963, y fue posible gracias a un acuerdo de coproducción entre Francia, Italia y España. El Ministerio de Información y Turismo español emitió una orden especial en mayo de ese año autorizando el uso de calles y espacios patrimoniales para la filmación. Este hecho situó a Cáceres, por primera vez, en el mapa internacional del cine de época.
El casco antiguo de Cáceres fue aprovechado sin apenas necesidad de retoques escenográficos, gracias a su autenticidad. Entre las localizaciones más destacadas utilizadas en El Tulipán Negro se encuentran:
Plaza de Santa María
Fue el corazón del rodaje en la ciudad. En esta plaza se grabaron varias escenas cruciales, como:
Curiosamente, en las imágenes de la película se puede observar cómo aún no existía la actual estatua de San Pedro de Alcántara en el centro de la plaza, y la espadaña de la iglesia era algo distinta a la actual, lo que permite identificar el momento exacto del rodaje con respecto a las transformaciones posteriores del entorno.
Palacio Episcopal
Sirvió como residencia de los nobles en varias escenas, en las que Delon entra o escapa a caballo por sus arcos. Su fachada sobria fue aprovechada para representar un edificio institucional francés sin apenas intervención artística.
Cuesta de la Compañía y Casa de los Sande
Ambas localizaciones aparecen en escenas de persecución, con personajes descendiendo o ascendiendo a caballo en un entorno sombrío y cargado de tensión, muy al estilo de las películas de aventuras románticas.
Casa del Sol y adarves adyacentes
Los exteriores de este rincón de la ciudad se utilizaron para las escenas nocturnas y de conspiración, en las que El Tulipán Negro actúa como justiciero enmascarado. Sus muros de piedra y su luz tenue ofrecían el dramatismo necesario sin necesidad de efectos digitales.
Con El Tulipán Negro, Cáceres se consolidó como un plató natural de interés para rodajes históricos, años antes de que otras grandes producciones —como Juego de Tronos o La Catedral del Mar— hicieran lo mismo. Fue una de las primeras veces que la ciudad acogió una superproducción internacional, y marcó un antes y un después en su vinculación con la industria audiovisual.
La película, además, ha servido como documento visual del estado del patrimonio cacereño en los años 60, ya que muestra calles, fachadas y plazas antes de su restauración o transformación moderna.